Dicen no querer ser “cómplices de la mala situación económica”
El PP ha pasado del “España se rompe” al “España se hunde”
Cuando Esther le pregunta en El Plural a Cristóbal Montoro, ahora portavoz de Economía del PP, sobre si –a la vista de la crisis económica- coincide con la CEOE respecto a si habría que abaratar el despido, el ex ministro de Hacienda del Gobierno Aznar elude la respuesta. Procura pasar de puntillas para no comprometerse, aunque no rechaza la propuesta.
Se limita a decir: “La CEOE puede tener su opinión, pero lo importante es que se tomen medidas eficaces, que generen empleo”. Y añade: “Nosotros creemos que habría que adoptar reformas del mercado de trabajo, en línea con las que aprobó el Gobierno del PP en 1997, de acuerdo con empresarios y sindicatos”.
Sin precedentes
Habría que recordarle, no obstante, a Montoro que, durante la anterior legislatura, el Gobierno Zapatero contribuyó a la creación de empleo, logrando unas cifras sin precedentes en la historia contemporánea de España. El paro se ha disparado en la actualidad y la causa de tan inquietante fenómeno radica -entre otros factores puntuales- en la crisis económica internacional.
Los acuerdos de 1997
Es una crisis que, según el gobernador del Banco Central Europeo, Trichet, sólo es comparable a los tiempos de cuando terminó la II Guerra Mundial. Según el Fondo Monetario Internacional, la situación es todavía peor. Sería equiparable a la Gran Depresión de 1929. Es decir, que la explicación de Montoro evocando los acuerdos entre sindicatos, patronal y Ejecutivo popular del año 1997 está -de forma evidente- descontextuada.
Boca pequeña
El recurso a abaratar los despidos laborales –lo que piden la CEOE y también, el PP, eso sí éste con la boca pequeña- no deja de ser la cantinela repetida una y mil veces por muchos empresarios y, en general, por los partidarios del liberalismo sin rostro humano. ¿Qué pretenden, con crisis o sin crisis, los apologistas de eso que llaman de modo eufemístico la reforma del mercado de trabajo?
El despido libre
Pretenden, ni más ni menos, que el despido libre [lo que ellos llaman “libre”]. Intentan, por consiguiente, viajar por el túnel del tiempo hasta regresar a las épocas de la denominada revolución industrial, cuando los derechos laborales de los obreros o de la clase trabajadora eran inexistentes o poco menos.
Economía saneada
La prioridad establecida por Zapatero en el sentido de que ha de reforzarse al máximo -en estos momentos, sobre todo- el subsidio de paro le genera a Montoro –como al común denominador de los dirigentes del PP- ironía y un cierto sarcasmo. “Zapatero llegó y se encontró con una economía saneada –asegura Montoro-, se montó en el caballo y el caballo iba solo. Y ahora sólo sabe decir que el que pierda el trabajo tienen garantizado el subsidio de paro ¡pues sólo faltaba! No hay que resignarse ante la situación actual”.
Tempestad incontrolable
Claro que se encontró con una economía saneada. Eso es cierto. El PP tuvo la suerte en sus dos legislaturas, como el PSOE en la primera, de navegar en un velero y con el viento de popa. Pero la bonanza reciente se ha convertido en una tempestad incontrolable, que provoca miedo por doquier, incertidumbre a raudales y nerviosismo en los Gobiernos de cada uno de los países afectados.
Dividendos electorales
A pesar de que este ex ministro de Aznar es un tipo que tiende al pragmatismo y presume con fundamento de rigor, sus palabras mayoritariamente se acercan demasiado a la demagogia y tratan de extraer, básicamente, dividendos electorales. “Lo que se hace más necesario que nunca –proclama Montoro- es una rectificación de la política económica del Gobierno. Esa política nos está llevando a la peor destrucción de empleo que hemos vivido en España”.
¿Cómo se explica, por tanto…?
¿Cree de verdad el portavoz económico de la derecha que la gran destrucción de empleo –que es verdad- se debe a “la política económica del Gobierno”? ¿Cómo se explica, por tanto, que esa misma política permitiera la eclosión enorme de empleo de los primeros cuatro años de Zapatero?
“Nosotros, no”
“No queremos ser cómplices o colaboradores de la mala situación económica. Quienes apoyen los presupuestos serán cómplices de estas cifras de paro. Nosotros, no”. Lamentablemente, el PP ha pasado del España se rompe –consigna repugnante que ocupó la primera legislatura de Zapatero-, llegando a vincular el proceso de paz con una ominosa claudicación frente a los terroristas, a España se hunde, pues el Gobierno es incapaz de derrotar a la crisis económica.
En Marte
Sepan los líderes conservadores, en todo caso, que la única manera de no ser “cómplices o colaboradores de la mala situación económica” –atendida la extraordinaria dimensión internacional de la crisis- sería que se fueran Rajoy y sus amigos a Marte. Refugiados en la zona de ese planeta donde hay nieve –según hemos conocido estos días-, bien abrigados vivirán allí tranquilamente y serán ajenos a cuanto está pasando en la economía española y, por supuesto, en la del resto de las naciones más desarrolladas. Y evitarán propagar disparates, en absoluto patrióticos, como el poner en duda la solvencia financiera de España.
Enric Sopena es director de El Plural
diumenge, 5 d’octubre del 2008
El análisis de Enric Sopena
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