Editorial del Financial Times del 4 de enero del 2008...

El Sobrepaso

Para los españoles, se trata de las estadísticas, pero para los italianos, no son más que mentiras malditas. Según Eurostat, oficina de estadística de la Comisión Europea, la media española supera en riqueza a la media italiana.

Italia, que ya en 1987 declaró que su economía era un 15 por ciento mayor de la realidad y fue superada por Gran Bretaña, en la actualidad bulle de indignación por el supuesto sobrepaso por parte de España.

Romano Prodi, primer ministro italiano, que hasta hace poco era presidente de la Comisión Europea, se ha dirigido al Fondo Monetario Internacional para contrastar las estadísticas. Pero el FMI y Eurostat utilizar la misma base para sus cálculos, y es muy probable que el FMI ponga tambien a España por delante.

En los cálculos de estas estadísticas los números son, sin duda, imperfectos. El ejemplo más famoso de cálculos de paridad sobre el poder adquisitivo es el famoso índice Big Mac de The Economist, que se obtiene a partir de los precios de las hamburguesas. Dado que ni españoles ni italianos viven únicamente de ellas, las estadísticas deben obtenerse a raíz de mirar la cesta real de la compra, que difiere en ambos lugares. Desconocemos realmente como aplica Eurostat el tipo de cambio entre el chorizo y el salami, el Rioja y el Barolo, u otros.

Sin embargo, estas estadísticas son discutibles. Pero mientras el éxito de España es innegable, la reacción de Italia, entre enfurruñada y profundamente funk, es reveladora. El crecimiento de Italia ha sido débil desde hace años y los italianos están hartos de excusas de sus dirigentes. Si España pudo tropezar con dificultades -que, dado el riesgo de colapso por la sobrevaloración de mercado de la vivienda, no era difícil imaginar - por que no podría poner tambien Italia más pasta sobre la mesa. El crecimiento económico es un juego en el que todo el mundo puede ganar, y no necesita del fracaso del los vecinos advenedizos.

En Italia el nuevo gobierno trata de poner en orden la economía del país, y debe continuar con el trabajo y olvidarse las de estadísticas.

Y si al final de todo queremos de competir unos contra otros en un juego de suma cero, para eso tenemos el fútbol.

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