dilluns, 21 de juliol del 2008

El análisis de Jordi García-Soler

El Plural / Política
POLÍTICA

El plácido congreso de los socialistas catalanes muestra un partido sólido y cohesionado

El PSC, a por la centralidad y la hegemonía
Treinta años después de su fundación, resultado de la fusión de todas las organizaciones socialistas catalanas, el PSC ha dado, en su 11º Congreso celebrado el pasado fin de semana en Barcelona, un gran paso hacia la consecución de la centralidad y la hegemonía políticas, ideológicas y sociales en Cataluña.


La exigente firmeza de Montilla
Pocos congresos se recuerdan, en la reciente historia política de nuestro país, tan plácidos como este del PSC. Con un partido sólido y muy cohesionado, apenas sin discrepancias internas y con unas cotas de poder institucional y político jamás alcanzadas por ninguna otra formación catalana, el PSC se ha expresado, a través de su reelegido primer secretario, José Montilla, con una insólita demostración de firme exigencia a José Luis Rodríguez Zapatero.

“Una gran oportunidad”
Hablando en su doble condición de presidente de la Generalitat y de líder del socialismo catalán, Montilla se ha dirigido a Rodríguez Zapatero también en su doble condición de presidente del Gobierno español y de máximo dirigente del PSOE. Le ha agradecido su firmeza en la defensa del catalán y del modelo educativo de inmersión lingüística que tan buenos resultados ha dado en Cataluña, al mismo tiempo que le ha recordado la exigencia de cumplir con el despliegue del nuevo Estatuto catalán y las transferencias que en él se contemplan, así como en la imprescindible mejora del sistema de financiación de Cataluña. Y ha dejado claro que todo ello configura “una gran oportunidad”.

“Cataluña y sus ciudadanos, por encima de todo”
“El PSC quiere a Zapatero –ha dicho Montilla-, pero quiere aún más a Cataluña y a sus ciudadanos”. De ahí que, no sin dejar de recurrir a la ironía –“quien te quiere, te hace sufrir”-, el primer secretario del PSC ha dado cumplimiento a los compromisos inequívocamente catalanistas adoptados por el socialismo catalán en este congreso y ha planteado su particular hoja de ruta a ZP, quien a su vez ha hecho un buen repaso del estricto cumplimiento de sus compromisos con Cataluña y ha renovado su promesa de cumplir con lo que el Estatuto catalán establece, tanto en materia de financiación como en el campo de las transferencias de competencias y de mayor inversión estatal en infraestructuras públicas.

Renovación, moderación, centralidad…
Este congreso marca una inflexión en la historia del PSC. La marca porque el socialismo catalán nunca había celebrado un congreso en una situación como la actual –al frente del Gobierno de la Generalitat desde hace ya cuatro años, con una hegemonía indiscutible en el mapa municipal, comarcal y provincial catalán y con una renovada presencia en el Gobierno español-, pero la marca sobre todo porque define con claridad una apuesta por la moderación, la renovación y la centralidad política.

… catalanismo, municipalismo, federalismo, mujeres y jóvenes
Con una nueva Ejecutiva en la que la continuidad encuentra su complemento en la renovación –con el 43% de nuevos miembros, con una importante presencia del gran poder municipal del PSC, bajo el liderazgo del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, con un incremento notable de mujeres y jóvenes en importantes cargos ejecutivos, y con la elección del histórico dirigente Isidre Molas como sustituto de su gran amigo Pasqual Maragall en la presidencia del partido-, el PSC se reafirma como el gran partido que expresa la enorme complejidad de una sociedad catalana cada vez más diversa y plural.

Apertura desde la cohesión interna
Muchos son los compromisos que el socialismo catalán ha asumido en este congreso. Desde una cohesión interna ejemplar, que contrasta mucho con las disensiones y los enfrentamientos evidenciados en los recientes congresos de otros partidos políticos, el PSC ha diseñado un programa realista para estos tiempos de crisis, con la ambición clara de abrirse al conjunto de la sociedad catalana para convertirse por fin en su eje político central y hegemónico.

El poder reforzado de Montilla
José Montilla sale absolutamente reforzado de este congreso, al frente de una dirección integrada fundamentalmente por su reducido equipo de colaboradores más cercanos –Miquel Iceta como viceprimer secretario y José Zaragoza como secretario de Organización-, con una Ejecutiva joven –con una media de edad de 47 años- en la que tienen su expresión todas las sensibilidades de un partido político que expresa fielmente la diversidad social y cultural de la Cataluña actual.

J.G.-S.

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