Histeria colectiva

La contundente victoria del PSC en las pasadas elecciones ha dejado tocados al resto de partidos catalanes. Si bien es evidente en ERC i ICV-eua la pérdida de escaños en el congreso de Diputados debido a la falta de apoyos, menos evidentes son las crisis que se cuecen en CiU y el PPC.

Quiero aclarar que ni ERC ni ICV-eua no han perdido apoyos por su acuerdo en la Generalitat con el PSC. Es un argumento falaz. En primer lugar, la mayoría de los votos que obtuvieron esas formaciones hace cuatro años fueron un voto contra el PP, de rabia, por la Guera de Irak, por los ataques insistentes a la figura de Carod-Rovira, por sus política de espalda a la gente, por, en definitiva, sus ataques a Catalunya. El incremento en votos de ámbas formaciones sorprendió a todos -ellos incluídos- mientras que el PSC apenas obtuvo rédito. Aquellos votos prestados -una gran mayoría- han vuelto al redil. En segundo lugar hay que destacar que el trasvase natural de votos nacionalistas de ERC se hace hacia CiU: este si ha sido un trasvase real. La gran mayoría de votos a CiU ha tenido lugar por los mensajes que dicha formación ha estado lanzado sobre las bases de ERC. Caso aparte es ICV-eua. Su trasvase de votos natural si que es el PSC y en este caso la bipolarización sería la explicación lógica a la disminución de votos y nunca a una mala gestión, aunque posiblemente más de uno les achaque su oportunismo y falta de contacto con la realidad.

Pero vamos a por las fuerzas de la derecha.

En el PPC ya se cuestionan, de forma abierta, el liderage de Sirera. El clan Fernandez-Díaz quiere sangre y Sirera ha quedado tocado por los pobres resultados obtenidos. Dicen las malas lenguas que Albiol (alias "el puños") auténtico representante del sector más duro del PP español no salió a defender a ninguna de las críticas que le hicieron a Sirera. Vienen tiempos de cambio.

En CiU en cambio ponen buena cara al mal tiempo. Los 10 diputados obtenidos son una pírrica victoria bajo el argumento de haber mantenido el tipo. Olvidan que hace cuatro años ya perdieron 5 diputados: en el año 2000 CiU tenía 15 diputados. Esto significa que no ha recuperado el espacio perdido mientras la progresión socialista es imparable. Quieren, eso sí, ser "necesarios" en Madrid y esperan que la crisis de ERC les permita regresar a la Generalitat.

El Secretario de Organización del PSC, Pepe Zaragona, ya ha dicho que no ve con lamos ojos que CiU apoye a Zapatero: la correlación de fuerzas en Catalunya es tan abismal (25-10) que el apoyo de CiU no puede nunca considerarse una amenaza, palabras que tambien han sido subrayadas por Miquel Iceta.

Y eso en CiU lo saben. Y tienen los nervios a flor de piel.

Ayer oía a la mujer de Jordi Pujol, Marta Ferrusola, criticar al Presidente de la Generalitat por llamarse José Montilla, en castellano. No les gusta que un catalán no nacido en Catalunya sea president. Ni tampoco les gusta que pueda ser nombrado catalán del año otro catalán no nacido en Catalunya como el futbolista del Espanyol, Raúl Tamudo. Cree que pierden identidad y no saben que lo que precisamente estan ganando es eso. La histeria colectiva se ha adueñado de CiU.

Y mientras no lo aprendan seguiran perdiendo votos y peso político.

Y yo estoy orgulloso del President José Montilla.

Y yo voy ha votar a Raúl Tamudo como Catalán del Año.